Las reuniones son el recipiente donde se forjan ideas, los planes toman forma y se toman decisiones sobre el futuro. Sin embargo, no todas las reuniones son un camino fácil, especialmente cuando hay un conjunto diverso de opiniones, personalidades y conflictos de intereses en juego. Las conversaciones difíciles, ya sea abordando problemas de rendimiento, negociando contratos o gestionando conflictos en equipos, son una parte inevitable del panorama empresarial. Cómo se moderan estas reuniones puede marcar la diferencia entre el éxito y la estancación.
Las apuestas de ciertas reuniones se elevan debido a los temas significativos que abordan, las decisiones cruciales pendientes y la jerarquía de los asistentes. Con más de 26 años como consultor estratégico para equipos de liderazgo senior, puedo atestiguar que facilitar estas reuniones de alto impacto es tanto la parte más intrigante como la más exigente de mi papel.
Entonces, ¿qué hace que una reunión sea difícil o transformadora?
En mi experiencia, básicamente describo estas reuniones como aquellas en las que se necesitan resolver decisiones y acciones relacionadas con problemas u oportunidades complejas. Situaciones donde surgen opiniones conflictivas, intereses variados y a veces agendas ocultas.
Otro tipo de reuniones desafiantes son aquellas con el objetivo de transformar mentalidades, remodelar comportamientos y redefinir formas de trabajar y liderar colaborativamente dentro de un equipo. La manera en que lo veo es que, más a menudo que no, este viaje transformador comienza con una singular reunión desafiante.
La esencia de una reunión difícil exitosa
He presenciado muchas reuniones exitosas y lo que destaca para mí es el compromiso colectivo con las decisiones tomadas y las acciones trazadas. Es donde las opiniones se confrontan abiertamente, los conflictos de interés se abordan directamente y se abordan los «elefantes en la habitación». Además, es donde los participantes realmente están de acuerdo y comienzan a pensar, actuar y comprometerse de manera renovada e intencional.
Desentrañando la «magia» del éxito en la facilitación
Como alguien que a menudo está al timón de reuniones desafiantes, especialmente con comités ejecutivos globales o dentro de organizaciones matriciales no colaborativas, la «alquimia» de dirigir tales reuniones hacia el éxito siempre me asombra.
Aquí hay una gran cantidad de ingredientes en juego, cada uno vital por derecho propio. El principio fundamental se basa en crear un ambiente de confianza y seguridad. Un ambiente donde cada participante:
- Puede expresar sus verdades
- Siente y garantiza comprensión de los demás
- Está dispuesto a construir a partir de confrontaciones y conflictos
- Se compromete completamente con las decisiones finales, incluso si inicialmente estaban en desacuerdo
- Sinceramente quiere y se compromete a evolucionar sus mentalidades, comportamientos y capacidades como líderes conscientes.
Para aquellos que han tenido contacto con nuestro modelo de Negocios y Liderazgo Consciente, algunas de estas ideas pueden sonar familiares. En nuestras reuniones, nos sumergimos en estas mentalidades y comportamientos. Es como cambiar de ser un ‘Protagonista’ en lugar de una ‘Víctima’ o abrazar al ‘Aprendiz’ en nosotros en lugar del ‘Sabelotodo’. Se trata de hacer solicitudes y compromisos impecables. Y, hey, ¿dominar nuestras emociones y conflictos? Esa es la clave. Sin mencionar el impulso de una comunicación y colaboración genuinas. Todo forma parte de cómo nos desenvolvemos en estas sesiones.
El desafío radica en fomentar este ambiente y nutrir estas mentalidades de crecimiento durante las reuniones transformadoras.
Incluso con equipos cohesionados, alineados y de alto rendimiento, manejar reuniones desafiantes no es tarea fácil. ¿Hay un elemento de magia involucrado? Quizás.
Apenas hemos arañado la superficie de este tema multifacético. Así que, si tu curiosidad ha sido despertada, te prometo que hay mucho más por explorar. En mi próximo artículo, voy a desentrañar las complejidades de estas reuniones, centrándome específicamente en el arte de comprender, alinear y comprometerse de todo corazón con las reglas.
Y créeme, cuando hablamos de reglas, no es solo blanco y negro; hay matices y dimensiones que es posible que no hayas considerado. Así que, prepárate para sumergirte más profundamente y mantenme en tu radar. ¡Nos vemos pronto!